De la Playa a la Oficina: ¿Está la motivación sobrevalorada?

El desarrollo de hábitos y sistemas que automaticen ciertas conductas puede ayudarnos a combatir la falta de motivación después de las vacaciones de verano.

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Fuente: Pixabay
Dídac Pérez

Dídac Pérez

Después de semanas de desconexión, de disfrutar de días sin horarios fijos, el regreso a la rutina laboral puede sentirse como un choque con la realidad. A menudo, este regreso está acompañado por una mezcla de emociones: nostalgia por los días de descanso, ansiedad por las responsabilidades acumuladas y, en algunos casos, incluso una ligera depresión conocida como "síndrome postvacacional".

Esta transición emocional no es solo una cuestión de actitud o de intentar mantener el ánimo alto; está profundamente relacionada con cómo nuestro cerebro procesa el cambio de contextos. Durante las vacaciones, el cerebro entra en un modo de relajación y disfrute, liberando mayores cantidades de dopamina y serotonina. Sin embargo, al volver al trabajo, estos niveles pueden disminuir, lo que contribuye a la sensación de apatía y falta de energía.

¿Es la motivación realmente la clave?

Cuando se habla de cómo enfrentar este regreso, la motivación suele ocupar un lugar central en las conversaciones. Se nos dice que debemos encontrar la chispa interna que nos impulse a regresar al trabajo con entusiasmo. Sin embargo, la motivación, aunque importante, puede ser un recurso inestable y poco fiable. Nuestra experta Eva López nos lo cuenta en esta entrevista 👇🏻

La motivación fluctúa, es efímera, y puede evaporarse tan rápido como apareció, especialmente cuando las tareas son desafiantes o poco atractivas.

La alternativa: hábitos y sistemas

En lugar de depender de la motivación, que puede ser voluble, una estrategia más efectiva podría ser centrarse en el desarrollo de hábitos y sistemas que automaticen ciertas conductas. Charles Duhigg, en su libro El Poder de los Hábitos, argumenta que los hábitos funcionan como un "piloto automático" que nos permite realizar tareas sin requerir un gran esfuerzo mental. Cuando estas rutinas están bien establecidas, la necesidad de motivación disminuye porque las acciones se vuelven automáticas.

A continuación, te damos 7 tips que te pueden ayudar a gestionar la transición emocional y superar la falta de motivación:

1. Ritual Matutino Consistente

Establecer una rutina que incorpore actividades como una breve meditación, ejercicio ligero, o simplemente disfrutar de una taza de café mientras se revisa la agenda del día, puede preparar mentalmente para enfrentar las responsabilidades laborales sin necesidad de una gran dosis de motivación.

2. Listas de Tareas Diarias con Priorización

Al tener una lista de "tareas prioritarias", se puede evitar la procrastinación y reducir el estrés de enfrentar grandes proyectos sin un plan claro. Además, dividir las tareas en pasos más pequeños y manejables permite un progreso constante, lo que puede ser más motivador que intentar abordar todo de una sola vez.

3. Bloques de Tiempo para Tareas Específicas (Time Blocking)

Consiste en asignar bloques de tiempo específicos durante el día para tareas concretas. Esto puede ayudar a evitar la dilación y aumentar la productividad.

4. Técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo que se basa en trabajar en intervalos cortos, generalmente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso. Este enfoque puede ayudar a mantener la concentración y reducir el agotamiento. Al saber que solo se necesita trabajar durante un corto periodo antes de tomar un descanso, la tarea parece menos intimidante y es más fácil superar la resistencia inicial.

5. Revisión Semanal

Dedicar tiempo cada semana para reflexionar sobre lo que se ha logrado, identificar áreas de mejora, y planificar la semana siguiente, ayuda a mantener una visión clara de los objetivos a largo plazo. Este hábito también permite ajustar los sistemas y hábitos según sea necesario, mejorando constantemente la eficiencia y la efectividad.

6. Desconexión Digital Programada

Establecer horarios específicos para desconectarse de los dispositivos electrónicos, especialmente antes de dormir, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés. Esto también permite una desconexión mental del trabajo, lo que es vital para mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.

7. Ritual de Finalización del Día

Así como es importante comenzar el día con un ritual matutino, terminar la jornada laboral con un ritual de cierre puede ser igualmente beneficioso. Esto puede incluir organizar el espacio de trabajo, hacer una lista de tareas para el día siguiente, y realizar una breve reflexión sobre los logros del día.

Implementación Gradual y Personalización

Es importante recordar que estos hábitos y sistemas no tienen que ser implementados todos a la vez. La clave está en introducirlos de manera gradual y adaptarlos a las necesidades personales y al contexto de cada uno. Cada persona tiene un ritmo y preferencias diferentes, por lo que es esencial encontrar lo que mejor funciona para ti.

Al establecer estos hábitos y sistemas, se puede reducir la dependencia de la motivación fluctuante y construir una estructura diaria que soporte la productividad y el bienestar a largo plazo. Así, la transición del descanso veraniego a la rutina laboral se convierte en un proceso mucho más manejable y menos estresante.