5 pasos para desarrollar el plan de formación desde Recursos Humanos
El plan de formación de Recursos Humanos de una empresa es el conjunto de prácticas que potencian las competencias de sus empleados.

Tea Polgar

¿Cuál es el objetivo del plan de formación?
El objetivo fundamental de un plan de formación es lograr una mejora del rendimiento y la productividad laboral, a través del aumento de los conocimientos y la capacitación de los trabajadores.
Pueden tratarse de conocimientos específicos y concretos, como por ejemplo aprender a usar un nuevo programa informático. No obstante, la formación también puede ir dirigida a potenciar el trabajo en equipo u otro tipo de habilidades de carácter personal o social.
¿Qué elementos debe componer un plan de formación?
En un plan de formación intervienen diferentes elementos que, por lo general, deben dejarse suficientemente definidos y plasmados en un documento:
- Profesionales a los que se dirigen las formaciones.
- Acciones formativas necesarias.
- Equipo docente.
- Recursos necesarios.
- Presupuesto con el que se cuenta.
¿Cómo se hace un plan de formación? Los 5 pasos fundamentales
Es posible que, desde el departamento de Recursos Humanos (RRHH) de tu empresa, te pidan que presentes un plan de formación,con el fin de mejorar el desempeño y la productividad de los trabajadores.
Para diseñar un plan coherente y eficaz, es fundamental que sigas los siguientes pasos:
1. Realizar un diagnóstico de la situación actual
El primer paso de un plan de formación, consiste en el análisis de las competencias, destrezas y habilidades de cada cada empleado. Este diagnóstico previo nos permite tener una visión clara, completa e integral de las necesidades formativas de la organización. Se trata, sin duda, del mejor punto de partida para el desarrollo del plan formativo.
2. Definir objetivos
A continuación del diagnóstico y en función de las necesidades formativas detectadas en las distintas áreas o departamentos y para cada profesional, el siguiente punto consiste en una lista de los objetivos y metas que pretendemos conseguir con nuestro plan.
Los objetivos de formación son las metas de aprendizaje que se quieren alcanzar, tanto de carácter general como específicas. Dichos objetivos actúan como guía para establecer las rutas o itinerarios formativos que nos interesa organizar, con el fin de lograr la capacitación profesional idónea en los empleados.
3. Definir las actividades de formación necesarias
Con las necesidades formativas y los objetivos bien definidos, el siguiente plan de formación consiste en determinar los cursos, talleres, prácticas, así como el resto de actividades formativas necesarias, y asociarlas a objetivos y fechas concretas.
De cada acción formativa se debe hacer constar, al menos, la siguiente información:
- Título de la formación.
- Metodología: formación online, presencial, híbrido, etc.
- Objetivos a conseguir ( lo más concretos posible).
- Profesionales o puestos a los que va dirigido.
- Horarios del curso o si el modelo es flexible.
- Equipo docente.
- Recursos necesarios.
4. Desarrollar la política de formación
Las políticas de formación son uno de los aspectos que mayor relevancia están adquiriendo, dentro de los planes estratégicos de RRHH de las empresas. Por este motivo, en el plan de formación se debe destinar un punto a desarrollar la política de formación de la empresa: derechos y obligaciones de los empleados, líneas estratégicas, papel de la formación en la configuración de la misión y valores de la organización, etc.
5. Evaluación de la formación
El último paso consiste en determinar los métodos o KPIs que se van a utilizar para comprobar, monitorear y medir los resultados de la formación. Por ejemplo, se pueden realizar encuestas a los trabajadores e, incluso, tests o pruebas para comprobar que se están alcanzado las habilidades o competencias definidas en los objetivos. Esto nos permitirá, de ser necesario, realizar los cambios o mejoras pertinentes en la estrategia formativa de la empresa.
Actualmente, la necesidad de las empresas en formar a sus profesionales es imperativa para no quedarse atrás en el mercado del sector.
Por eso, atraer y retener el talento interno, aumentar la satisfacción de los empleados, crear perfiles perfiles interdisciplinares, detectar tareas obsoletas que restan productividad, mejorar la imagen corporativa y de marca o aumentar el rendimiento y la productividad global de la empresa son solo algunos de los grandes beneficios de la formación empresarial.
Por lo que es fácil entender la cada vez mayor importancia que la Dirección de la empresa y las áreas de RRHH les dan a los planes de formación. Estos se han convertido en una pieza imprescindible para diseñar una buena estrategia y organizar los recursos formativos más adecuados para los empleados.
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